La Apuesta (1)
La Maca era la mas extrovertida, también la mas voluptuosa.
Como siempre andaban juntas parecía mas gorda, pero no, simplemente era mas grande que Andrea. Un par años mayor y un par de kilos mas, distribuidos de excelente manera para hacerla apetitosa.
Andrea no era tímida, pero claro no era la Maca, mas fina, mas delgada, algo mas sutil. Apetitosa por si sola.
Siempre iban juntas, como las hermanas que no son. El mismo biotipo, pelo liso largo, el mismo corte, el pelo de Andrea algo mas claro, los jeans de la Maca siempre un poco mas apretados. Podías saber que venían por el ruido que hacían. Eran graciosas y algo escandalosas, pero divertidas.
Yo no las pedí, me las asignaron y no me quejo, alegraban mis tardes con sus ocurrencias y claro eran lindas de ver, no tanto de oir, pero nada es perfecto.
Como siempre Febrero era un mes muerto, y este año me tocaba sufrir el infernal calor en la oficina, claro que este año las tenía a ellas para alegrarme.
Les caía bien y ellas a mi, en la mañana hacíamos el trabajo y en la tarde conversábamos haciendo hora para irnos a casa, de vez en cuando me invitaban a "tomarnos algo" cosa que yo declinaba elegantemente, simplemente no eran de mi onda.
Hasta que de alguna manera las cosas encajaron...
Lo primero fue notarlas, fue una coincidencia, ellas salieron a hacer un trámite de la oficina y poco después tuve que salir yo a otro mas. De regreso tomé el camino habitual y las noté a pocos metros mas adelante, era imposible no oir sus risas y no ver sus cabelleras agitándose a metros de mi. Fue entonces cuando me di cuenta. En un semáforo ambas se detuvieron, yo me les acerqué y noté como el dorso de la mano de la Maca chocaba con el trasero de Andrea. Claro, en un principio fue un simple "topón", iban muy cerca y la Andrea se detuvo de pronto, la Maca no tenia la culpa, pero era curioso. No me acerqué y mantuve la distancia. Jugueteaban entre ellas, siempre lo hacían pero noté un ingrediente extra, Maca siempre tocaba a la Andrea, jugaba con su pelo y su mano insistentemente chocaba con el cuerpo de Andrea, principalmente en su lindo trasero. Esta última no se quejaba, no se oponía, pero tampoco ponía intensión, solo reía con su amiga mientras caminaban.
Y llegamos a la oficina.
No hice comentarios respecto a lo que había visto, mas que nada porque no vi nada realmente especial.
Seguían las tardes largas y calurosas y nosotros sin mucho que hacer. Una tarde especialmente aburrida y calurosa, ocurrió el segundo ingrediente de esta combinación...
-¿Eres de la Chile cierto?
La Maca era así, le suponía muchas cosas de todos y las daba por ciertas.
- En realidad no me gusta el fútbol.
- Anda si sabemos que eres de la Chile. (La Andrea siempre secundaba a su amiga)
- Que no, en serio no me interesa mucho.
- Ya pos, pero no te pongas pesado, te gusta la Chile.
- Mira Maca, no entiendo porque insistes.
- Pero estudiaste en la Chile y tu papa es de la Chile (la Andrea siempre ponía atención en lo que le decías, incluso trivialidades al pasar)
- Sí, asi es.
- Yapos eres de Chile
- Yaaaaaaa está bien soy de La Chile ¿Y?
- Por saber
- Por Dios Maca, en serio tanto joder con una tontera.
- ¡Es que juegan el sábado!
- ¡Que bueno!, en serio no me interesa mucho.
- Es que van a perder (Maca y sus ideas fijas)
- Bueno si pierden pierden, así es el fútbol ¿no?
- ¡Te apuesto a que pierden!
- Puede que si
- Ya apostemos, te apostamos a que la Chile pierde
- Andrea la cosa era con la Maca y ahora te subes tú, a ver primero que nada no apuesto, porque perder dinero duele y perderlo así duele mas.
- Mira estamos aburridos los tres, casi nada que hacer y lo único que hacemos es salir a recoger y dejar la documentación a pleno sol, por todo Santiago. La maca y yo te apostamos a que la Chile pierde.
- ¿Dinero?
- No dinero no, si ganamos por un día la Andrea y yo nos quedamos en la oficina y tu sales por los documentos.
- ¿Ya y si gano?
- No se pos, ¿que quieres?
- Mira Maca se me ocurren muchas cosas, pero no harías ninguna y además soy un caballero.
- JAJAJAJAJA eres hombre
- ¿No me digas?
- Ya a ver si ganas la Andrea y yo haremos cualquier cosa que quieras por 10 minutos.
- ¡Oye MACA!!
- Andrea, cálmate... mira si ganas haremos cualquier cosa que quieras, pero no nos puedes tocar y no nos vamos a quitar la ropa.
- Mmmm (mina lanzada la Maca, pero igual en cuanto lo dijo se me ocurrió que quería que hicieran)
- Igual no es muy justo, si pierdo es toooodo un día y si gano 10 minutos
- Bueno 15.
- ¿Ya pero la Andrea y tu?
- Sí
- Anda si sabemos que eres de la Chile. (La Andrea siempre secundaba a su amiga)
- Que no, en serio no me interesa mucho.
- Ya pos, pero no te pongas pesado, te gusta la Chile.
- Mira Maca, no entiendo porque insistes.
- Pero estudiaste en la Chile y tu papa es de la Chile (la Andrea siempre ponía atención en lo que le decías, incluso trivialidades al pasar)
- Sí, asi es.
- Yapos eres de Chile
- Yaaaaaaa está bien soy de La Chile ¿Y?
- Por saber
- Por Dios Maca, en serio tanto joder con una tontera.
- ¡Es que juegan el sábado!
- ¡Que bueno!, en serio no me interesa mucho.
- Es que van a perder (Maca y sus ideas fijas)
- Bueno si pierden pierden, así es el fútbol ¿no?
- ¡Te apuesto a que pierden!
- Puede que si
- Ya apostemos, te apostamos a que la Chile pierde
- Andrea la cosa era con la Maca y ahora te subes tú, a ver primero que nada no apuesto, porque perder dinero duele y perderlo así duele mas.
- Mira estamos aburridos los tres, casi nada que hacer y lo único que hacemos es salir a recoger y dejar la documentación a pleno sol, por todo Santiago. La maca y yo te apostamos a que la Chile pierde.
- ¿Dinero?
- No dinero no, si ganamos por un día la Andrea y yo nos quedamos en la oficina y tu sales por los documentos.
- ¿Ya y si gano?
- No se pos, ¿que quieres?
- Mira Maca se me ocurren muchas cosas, pero no harías ninguna y además soy un caballero.
- JAJAJAJAJA eres hombre
- ¿No me digas?
- Ya a ver si ganas la Andrea y yo haremos cualquier cosa que quieras por 10 minutos.
- ¡Oye MACA!!
- Andrea, cálmate... mira si ganas haremos cualquier cosa que quieras, pero no nos puedes tocar y no nos vamos a quitar la ropa.
- Mmmm (mina lanzada la Maca, pero igual en cuanto lo dijo se me ocurrió que quería que hicieran)
- Igual no es muy justo, si pierdo es toooodo un día y si gano 10 minutos
- Bueno 15.
- ¿Ya pero la Andrea y tu?
- Sí
Y entonces salta la Andrea..
- Pero Maca no seas loca porque me subes a mi al carro si la cosa era contigo
- ¡Ya Andrea, córtala, si van a perder! (Esta Maca)
- Pero igual apuestas por mi ...
Y la discusión siguió por un par de horas...
Y la Chile ganó.
Llegó el Lunes y pasó sin que ninguno hiciera mención a la apuesta, pero el martes fue diferente.
Febrero en el Verano implicaba casi nada de trabajo y casi nadie en la oficina, pero igual había un par de mas de personas. Ese martes salieron a dejar documentación y no volverían. Fue entonces que la Maca cerró la puerta, tomó a Andrea de la mano y se vino a mi oficina.
- Ya!, vinimos a pagar.
No mentiré, obviamente sabía de que hablaba, había pensado en encararlas para cobrar mi premio, pero decidí que no me rebajaría, ellas debían cumplir o no, pero yo no rogaría por lo que era mio. Las miré y les dije:
- ¿Cualquier cosa?
Y de inmediato saltó la Andrea - Pero no nos puedes tocar y no nos vamos a sacar la ropa.
- Sí lo se y no te pediré algo asi, ¿pero fuera de eso?
- Cualquier cosa por 10 minutos
Las miré, me puse enfrente del escritorio y les dije
- Ok, a ver párense frente a mi con la espalda en el muro.
La Maca siempre mas enérgica se paró justo frente a mi y me miró a los ojos. Andrea por su parte, tomó su celular y me dijo - puse el cronómetro para 15 minutos, cuando suene la alarma terminamos- y se paró al lado de su amiga
- ¡Ya dense vueltas!
Como caminaban tanto, usaban zapatos bajos, entre la caminata y el sol infernal se habrían lastimado los pies de otra forma.
- Ahora párense de puntas y suban los brazos apoyadas en el muro, como tratando de tocar el techo.
Tenerlas así, exhibiendo sus traseros, pero mas que nada obedeciendo, me provocó un delicioso y cálido placer.
De pronto la Andrea me miró de reojo y noté como estaba levemente sonrosada.
- ¡Basta! ambas, dejen de estirarse. Andrea, mantén tu cara en el muro y da un paso atrás.
Inmediatamente obedecida la orden, pude disfrutar de la vista de ese culito apretado.
- Maca, pon tu mano en el culo de Andrea.
Ambas giraron la cabeza rápidamente para mirarme, ambas me miraron a los ojos, se miraron entre ellas y Maca estiró su mano al culo de su amiga. No lo hizo con timidez, ni lentamente, pero solo puso la mano en el culo, nada mas.
- Andrea, te toca, pon tu mano en el culo de la Maca.
La mano de ella si se demoró en llegar, y si hubo duda, pero la mano llego a destino.
- Maca aprieta un poco el culo.
Ella comenzó a apretar, sin furia, con cariño, apenas notaba como la tela se hundía bajo los dedos.
- Andrea, mueve las caderas.
La Andrea giró la cabeza para mirarme y después de mirarme a los ojos comenzó a mover las caderas, un poco, algo a los lados. Pero noté que Maca ponía mas intensión en su agarre.
- Andrea, aprieta el culo de tu amiga.
Noté como la manito abría y cerraba los dedos sobre el lindo y rotundo culo de su amiga.
- Maca, mueve las caderas.
Ella lo hizo con decisión, comenzó a mover las caderas adelante y atrás, tratando de sentir la mano de su amiga.
- Ambas, metan la mano en el bolsillo de su amiga, ¡aprieten el culo mas fuerte!
Sus cuerpos se veían tan sexys, que simplemente no noté que estaban concentradas. De pronto levanté la mirada y vi como Andrea tenía los ojos cerrados, la cabeza echada atrás como mirando el techo y, creo, mordía sus labios. Por su parte Maca no quitaba los ojos de su amiga, con la boca entreabierta. Ambas respiraban pesadamente, ambas movían sus caderas y podía notar como sus dedos aplastaban la tela dentro de cada bolsillo
Y entonces...
Sonó la alarma
Y el encanto se rompió.
Obviamente Andrea reaccionó de inmediato, se dió vuelta sin mirar a nada ni nadie, recogió su teléfono y salió de mi privado. La Maca, fue parsimoniosa, primero miró como su amiga se movía por la habitación, luego me miró a los ojos, ordenó un poco su cabellera mientras cruzaba mi privado. Antes de salir, semi-giró su cuerpo, me miró y me dedicó una sonrisa que me antojé malévola y siguió su camino tras Andrea, al salir noté que sus caderas se movían mas que antes.
El verano siguió.
La Chile volvió a ganar.
Una de las mejores temporadas de ese equipo
Otra apuesta.
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