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Mostrando entradas de 2015

Gratitud.

Siento tu esfuerzo en mi piel, lo oigo, lo veo. Jadeas, te esfuerzas. Veo como tu cabeza se hunde lo mas abajo que puedes, te siento. Noto la resistencia que tu garganta crea y tu lucha por vencerla. Con cada movimiento, entro mas en ti. Te desesperas, buscas darme placer. Desnuda entre mis piernas, hace rato que el pudor te dejó, veo sudor en tu espalda, tu pelo desordenado, pero aún tomado, te estorbaría de otra forma. Buscas darme placer, después de que yo te di el tuyo. Me quieres y yo a ti. Me agradeces cada gemido, cada toque, cada orgasmo con este esfuerzo entre mis piernas. Levantas la cabeza y veo mi pene brillando, pero no separas la lengua de él y te vuelves a enterrar en mi. Una, otra y otra vez. Gemidos, bufidos, saliva, babas, arcadas, esfuerzo en cada movimiento y cuando me miras, veo gratitud. Usas tus manos para darme mas estímulo, pero no cesas, te esfuerzas mas. Sientes como reacciono, te busco, quiero entrar mas en ti, y tu también lo quieres. Te queda...

Objeto de Deseo

Vuelvo al departamento y mientras camino con la bolsa de la comida, me digo a mi mismo que la compra que hice ayer ha valido completamente la pena. El olor de la comida activa mi estómago, pero mas abajo tengo aun mas apetito. Entro en el departamento y te grito "ya volví!", no puedo evitar un poco de sadismo. Lentamente camino a la habitación, quiero disfrutar cada instante. Primero oigo tu respiración, jadeante, sigo acercandome, cruzo el umbral y ahí estas, en la cama. Te das cuenta de que te miro, no se como lo notaste pero es evidente, te retuerces y doblas el cuello para que tu oído quede en la dirección en que supones que estoy. Boca abajo sobre la cama, cegada, manos atadas a la espalda y unidas a tus piernas que están flectadas hacia tu cabeza. Aún estoy algo molesto de que no hayas traído el pelo trenzado como te pedí, pero si ibas a llegar tarde te prefiero con el pelo suelto, ademas tu culo ya muestra el pago por la desobediencia...

LA SEÑORA

La conocí por internet y nos reunimos. Rubia, lindos pechos, nada caídos, grandes suaves y redondos; una cintura suave, caderas pequeñas, linda y angulada cara.  Me siento frente ella, en un café del Alto Las Condes, y conversamos, cosas normales y de pronto le dije "Bueno, dime, pensabas que era asi?"; y ella "no, para nada". Le pregunto que piensa y me dice: "Bueno supón que me encuentro contigo y me encantas, que haríamos después" "Bueno, ambos lo sabemos, tu me calientas, ¿yo te caliento?” En cuanto se lo dije note que cambio toda su postura, se enderezó y carraspeo levemente, sus ojos con suavidad miraron a los lados y luego a mis ojos y dijo "si" suavemente, casi para ella.

Una tarde

Cuando entré, estaba cansado, fue uno de esos días que te agotan, en que te esfuerzas y en realidad nada funciona, uno de esos días en que piensas ¿para que me levanté hoy? En cuanto entré, la vi, ella estaba esperándome, libre, ligera. Me vio y sonríe... no sabe que hacer. Supongo que mi cara la sorprendió, así es que fuerzo una sonrisa y le digo "Ven" Camina hacia mi con los brazos atrás, como me gusta, dando pasos ligeros, coordinados, con elegante ritmo. Llega a mi mano, tomo su mentón lo levanto y miro sus ojos, mantiene la mirada, Con mis manos deslizo fácilmente su vestido de sus hombros a la cintura, de la cintura al suelo. "Quieta"