Una tarde

Cuando entré, estaba cansado, fue uno de esos días que te agotan, en que te esfuerzas y en realidad nada funciona, uno de esos días en que piensas ¿para que me levanté hoy?
En cuanto entré, la vi, ella estaba esperándome, libre, ligera. Me vio y sonríe... no sabe que hacer. Supongo que mi cara la sorprendió, así es que fuerzo una sonrisa y le digo "Ven"
Camina hacia mi con los brazos atrás, como me gusta, dando pasos ligeros, coordinados, con elegante ritmo. Llega a mi mano, tomo su mentón lo levanto y miro sus ojos, mantiene la mirada, Con mis manos deslizo fácilmente su vestido de sus hombros a la cintura, de la cintura al suelo.
"Quieta"

Giro al su alrededor, llego a su espalda, disfruto la vista ... espalda, cintura, caderas y culo. Uno de mis dedos la dibuja, desde la nuca, caminando todo el canal de su espalda hasta la división de sus nalgas ... me pongo menos sutil, mas bruto, entro entre la carne y ella salta, pero no se aleja, sabe que debe quedarse. Conforme a su entrenamiento hace que su culo oponga resistencia a mi mano, para que yo entre mas íntimamente en ella. Deslizo mi mano y mis dedos notan su humedad y me entretengo en ella. Desde atrás trabajo su entrepierna, mi mano dura, su carne suave cálida y húmeda...
De pronto retiro mi mano de una vez y con ambas le bajo la tanguita de un tirón, sorprendida, un pequeño temblor de piernas y sé que está avergonzada, a pesar de que la he visto cientos de veces desnuda.
Una nalgada, luego otra, luego otra, y otra, otra, de nuevo, una mas, otra vez, fuerte, mas suave, suena, una vez y otra de nuevo.
Se inclina para que su culo sobresalga, se toma las manos, cierra los ojos y disfruta, porque yo sé que lo hace y ella sabe que me encanta que le encante.
Alto, su pelo...
Un tirón y la levanto usando la cola en su cabello como rienda.
Tiro, firme pero no duro, su culo en mi entrepierna, su respiración agitada, la levanto y olfateo, como si fuera mi presa.
Respira fuerte, miro sus pechos levantándose una y otra vez conforme toma aire.
Tomo su cuello desde atrás, un gesto para disfrutar el saber que mi mano lo cubre por completo, mi posesión, mia.
Bajo la mano jugando con su piel. Es suave, tierna, la adoro y es mia... cuando esa idea entra en mi, tomo su pecho izquierdo y lo presiono, lo tiro, lo levanto, ella no huye, solo se acomoda... mia.
Presiono y suelto, presiono otra vez y suelto una última, mi mano continua su recorrido, su vientre me conoce, sigo el camino y llego a su cálida humedad. Entro sin mas.
Se agita, se retuerce, no sabe donde poner sus manos, se rinde... las deja colgando a los lados.
Meto, saco, meto saco, meto saco, meto saco, gime, respira y gime, mas humedad, lo disfruto.
De pronto un hilo de voz:
"Por favor Señor, por favor"
No es necesario mas, se lo que pide, se lo que quiere...
"Córrete"
Abre la boca, grito ahogado, tensión en las piernas y mis dedos, tiembla, cierra la boca a la fuerza, pies en punta y cae de rodillas.
Siento la humedad en mis dedos. Doy dos pasos y me siento frente a ella, aun arrodillada y jadeante.
Levanta la vista y a su paso camina en cuatro patas hacia mi, toma mi mano húmeda y comienza a lamer, lo disfruta, lo hace a conciencia.
"Por favor Señor"
"¿Que ocurre, que quieres?"
"Permítame darle placer"

Ella no se da cuenta que ya lo hizo.

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