El Trabajo Nuevo
Capítulo 1
Primer día de trabajo, su nuevo trabajo, la primera buena noticia que
tuvo fue el horario, media hora mas tarde de lo normal para entrar a
trabajar y media hora mas temprano para volver a casa, podía evitar la
hora hora punta.
El aviso había sido conciso y claro "se busca secretaria sumisa (bdsm) indispensable experiencia". Casi una clave, y ella lo contestó. Necesitaba salir de donde estaba, ya no soportaba ese trabajo.
Cuando fue a la entrevista, se vistió sobría y sencilla, con un traje gris de dos piezas, chaqueta y pantalón, le gustaba ese traje, era cómodo, le daba seguridad.
La entrevistó su jefe, quien pasaría a ser su "Amo", si todo salía bien. Curiosamente la entrevista fue clara, directa, sencilla y mucho mas convencional de lo que ella esperaba. Su entrevistador la citó en un departamento en el centro, ella llegó puntual. Le preguntó por su experiencia laboral: su primer trabajo había sido saliendo del colegio, trabajó como cajera en un supermercado, horas agotadoras y cansadas, siempre igual, sueldo regular; aprendió mucho con los años, en los cursos de capacitación siempre la habían felicitado, tenía muchas posibilidades de crecimiento, pero no le gustaba el lugar, estuvo 3 años ahí. Su segundo trabajo era el actual, recepcionista de un centro dental, buen sueldo, trabajo intenso pero no agotador ¿cual era el problema? al comienzo no había tenido problemas con el lugar en si, pero después de un año el olor a anestesia, desinfectante, amalgama, etc, eso que llaman "olor a dentista" comenzó a alterarla, sumado a los ocasionales gritos de los pacientes, poco a poco se volvió aplastante, ya no lo soportaba.
Luego de eso, su entrevistador le pregunto "¿Y tu experiencia en el BDSM?" Lo hizo con tanta naturalidad que no sintió raro contestar con igual tono:
- He tenido dos amos, casi al mismo tiempo que mis trabajos, el primero fue a los 19, él tenía 30, no conversábamos mucho, me citaba en un motel y me usaba a su gusto, era rudo.
- ¿Porque terminaron esa relación?
- Simplemente dejé de hablarle, me llamó un par de veces y no le contesté, me dejó en paz.
- ¿ Porqué lo hiciste?
- Siendo sincera, no lo sentía como mi Amo, era solo un tipo con el que tenía sexo, no era lo que quería, estuvimos juntos un año.
- Entiendo, continúa.
- El segundo, dos años después de terminar con el primero, conocí a mi último Amo por internet. Me ataba, me castigaba, me educó como sumisa y me gustaba mucho, pero un día me dijo que se iba a Canadá por trabajo y que debíamos terminar. Le dije que quería ir con él, pero solo dijo "imposible", se fue y no supe mas de él. Eso fue hace un año.
Después de oir todo el relato, su nuevo jefe le informó del trabajo:
- Es un trabajo real, no solo una fachada, serás asistente en mi trabajo, en mas de una forma, no solo contestarás el teléfono, llenaras informes para mi. Suena a mucho, pero no es tanto y serás capacitada.
- ¿y lo otro?
- Serás mi sumisa, aprenderás a serlo en el trabajo, pero debo decirte dos cosas, la primera es que ya tengo una sumisa que es mi secretaria, trabajarán juntas, la segunda es que ella te guiará y educará para mi, también sera quien te enseñe el trabajo.
Luego de oir eso, sentada frente a ese hombre, se mordió los labios como tenía la costumbre de hacerlo bajo ciertas circunstancias, dudaba mucho el tomar este trabajo.
Su futuro jefe interrumpió su carril de pensamiento y le dijo
- Tu horario será de 9 30 a 17 30 con una hora de almuerzo.
También le informó el sueldo, era el mismo que en la clínica dental.
Seguía dudando y otra vez el hombre habló
- Hubo 4 postulantes reales, pero solo tu cumples con todo lo que busco, si lo quieres el trabajo es tuyo.
- ¿Habrá contrato?
- Sí, de ambos tipos, el laboral con todas las prestaciones habituales.
Lo pensó un poco y entonces dijo:
-Sí
Y ahora iba a su primer día, vestida como decía el contrato, por ser primavera, una chaqueta delgada, blusa ajustada y vestido también ajustado azul, zapatos negros cómodos.
Llegó a la oficina tocó el timbre y le abrió Javiera, mas alta que ella, morena, pelo castaño crespo, unos 30 años y un cuerpo envidiable. Vestían igual, pero ella llenaba la blusa hasta que quedaba apretada, al igual que el vestido.
- Hola Angélica, bienvenida.
Ella la entrenaría...
El aviso había sido conciso y claro "se busca secretaria sumisa (bdsm) indispensable experiencia". Casi una clave, y ella lo contestó. Necesitaba salir de donde estaba, ya no soportaba ese trabajo.
Cuando fue a la entrevista, se vistió sobría y sencilla, con un traje gris de dos piezas, chaqueta y pantalón, le gustaba ese traje, era cómodo, le daba seguridad.
La entrevistó su jefe, quien pasaría a ser su "Amo", si todo salía bien. Curiosamente la entrevista fue clara, directa, sencilla y mucho mas convencional de lo que ella esperaba. Su entrevistador la citó en un departamento en el centro, ella llegó puntual. Le preguntó por su experiencia laboral: su primer trabajo había sido saliendo del colegio, trabajó como cajera en un supermercado, horas agotadoras y cansadas, siempre igual, sueldo regular; aprendió mucho con los años, en los cursos de capacitación siempre la habían felicitado, tenía muchas posibilidades de crecimiento, pero no le gustaba el lugar, estuvo 3 años ahí. Su segundo trabajo era el actual, recepcionista de un centro dental, buen sueldo, trabajo intenso pero no agotador ¿cual era el problema? al comienzo no había tenido problemas con el lugar en si, pero después de un año el olor a anestesia, desinfectante, amalgama, etc, eso que llaman "olor a dentista" comenzó a alterarla, sumado a los ocasionales gritos de los pacientes, poco a poco se volvió aplastante, ya no lo soportaba.
Luego de eso, su entrevistador le pregunto "¿Y tu experiencia en el BDSM?" Lo hizo con tanta naturalidad que no sintió raro contestar con igual tono:
- He tenido dos amos, casi al mismo tiempo que mis trabajos, el primero fue a los 19, él tenía 30, no conversábamos mucho, me citaba en un motel y me usaba a su gusto, era rudo.
- ¿Porque terminaron esa relación?
- Simplemente dejé de hablarle, me llamó un par de veces y no le contesté, me dejó en paz.
- ¿ Porqué lo hiciste?
- Siendo sincera, no lo sentía como mi Amo, era solo un tipo con el que tenía sexo, no era lo que quería, estuvimos juntos un año.
- Entiendo, continúa.
- El segundo, dos años después de terminar con el primero, conocí a mi último Amo por internet. Me ataba, me castigaba, me educó como sumisa y me gustaba mucho, pero un día me dijo que se iba a Canadá por trabajo y que debíamos terminar. Le dije que quería ir con él, pero solo dijo "imposible", se fue y no supe mas de él. Eso fue hace un año.
Después de oir todo el relato, su nuevo jefe le informó del trabajo:
- Es un trabajo real, no solo una fachada, serás asistente en mi trabajo, en mas de una forma, no solo contestarás el teléfono, llenaras informes para mi. Suena a mucho, pero no es tanto y serás capacitada.
- ¿y lo otro?
- Serás mi sumisa, aprenderás a serlo en el trabajo, pero debo decirte dos cosas, la primera es que ya tengo una sumisa que es mi secretaria, trabajarán juntas, la segunda es que ella te guiará y educará para mi, también sera quien te enseñe el trabajo.
Luego de oir eso, sentada frente a ese hombre, se mordió los labios como tenía la costumbre de hacerlo bajo ciertas circunstancias, dudaba mucho el tomar este trabajo.
Su futuro jefe interrumpió su carril de pensamiento y le dijo
- Tu horario será de 9 30 a 17 30 con una hora de almuerzo.
También le informó el sueldo, era el mismo que en la clínica dental.
Seguía dudando y otra vez el hombre habló
- Hubo 4 postulantes reales, pero solo tu cumples con todo lo que busco, si lo quieres el trabajo es tuyo.
- ¿Habrá contrato?
- Sí, de ambos tipos, el laboral con todas las prestaciones habituales.
Lo pensó un poco y entonces dijo:
-Sí
Y ahora iba a su primer día, vestida como decía el contrato, por ser primavera, una chaqueta delgada, blusa ajustada y vestido también ajustado azul, zapatos negros cómodos.
Llegó a la oficina tocó el timbre y le abrió Javiera, mas alta que ella, morena, pelo castaño crespo, unos 30 años y un cuerpo envidiable. Vestían igual, pero ella llenaba la blusa hasta que quedaba apretada, al igual que el vestido.
- Hola Angélica, bienvenida.
Ella la entrenaría...
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