El Trabajo Nuevo, Capítulo 2
Javiera era alta, o tal vez no tanto, porque esos
tacos eran enormes.Tenía unos 30 años, pelo crespo, espeso, castaño,
ojos café. Vestía una blusa ajustada a su cuerpo, pechos grandes ("mucho
mas grandes que los mios" pensó Angélica), cintura estrecha y caderas
pronunciadas. Todo esto sobre unos zapatos con enormes 15 cm de taco, la
figura de Javiera era envidiable, al menos para la asombrada Angélica.
Ya dentro de la oficina, le mostraron el lugar, dos escritorios se enfrentaban, uno a cada lado dela puerta de entrada, tras uno de los escritorios un gran ventanal, un sillón y una mesita de living enfrentaba la puerta entre los escritorios, una segunda puerta, que daba al privado, estaba al lado del escritorio del ventanal.
Luego de girar sobre sí, los ojos de Angélica encontraron los de Javiera y se detuvo. Se sentía intimidada y bajó la vista.
- Él no está, tuvo que ir por el día a terreno, pero mañana estará presente. Conforme a mis ordenes, te instruiré de lo que hacemos y como lo hacemos y te explicaré tus obligaciones.
Acto seguido le mostró el escritorio mas alejado de la ventana
-Este es tuyo, el mio es el de enfrente, tu deber principal es cubrirme cuando yo no pueda desempeñar mis labores de secretaria. ¿Él te explicó que es lo que hacemos?
- Mas o menos...
- Ok es simple, él analiza propiedades para varios clientes, emite informes indicando si la propiedad es apta para el negocio que se busca. Nuestro trabajo es simple, debemos revisar el correo de la empresa, separar los documentos adjuntos que nos llegan por propiedad y guardarlos en el directorio correspondiente.
- Entiendo, ¿solo eso?
- No. También debemos pedir por e-mail la documentación específica por propiedad a cada municipalidad, verificar que nos remitan esa información en las fechas y plazos esperados y llenar una ficha con esos antecedentes. Hay momentos en que tenemos mucho trabajo, específicamente esta semana no, pero cuando tenemos semanas intensas, el trabajo es mucho y bastante complejo.
- ¿Y lo otro?
- Se me informó que tienes formación de sumisa
- Sí señora...
- A ver, si de verdad quieres hacerme enojar, vuelve a decirme "señora" y verás. Me llamo Javiera ¿ok?
- Perdoname, no volveré a hacerlo... Javiera.
- Muy bien, ¿has tenido sexo con mujeres?
Angélica se sorprendió de como estas nuevas personas en su vida, hablaban con esa naturalidad del sexo, la descolocaban, pero suponía que era mejor ser clara.
- Solo en la escuela, un par de veces, la curiosidad nos llevó a eso, no queríamos...
- Tranquila, no te juzgo, solo quería saber que esperar y Él me ordeno que te entrevistara en todos los aspectos posibles.
- Entiendo, ¿que mas quieres saber?
- Todo.
Angélica relató todo lo que había dicho en su entrevista, solo que en este caso Javiera le preguntó mas cosas sobre técnicas y preferencias personales, le preguntó muchas cosas al detalle, mientras la miraba intensamente. Estaba mas nerviosa que incómoda, quería ser la adecuada para el trabajo, asi es que trató de ser explicita, clara y directa como eran ellos.
Una vez satisfecho su interés, Javiera le informó:
- Ok eso es todo por ahora, como Él no está, usaremos este día como inducción.
Efectivamente, pasaron el resto de la mañana revisando el procedimiento de trabajo, contestaron llamadas y recibieron correos que usaron para que la novata aprendiera el proceso normal al recibirlos. A eso de las 12 tomaron un receso, Javiera preparó un café a cada una y se sentaron en el sillón. Conversaron un poco, cosas del trabajo, dudas de Agélica etc. En resumen una mañana normal.
El almuerzo fue ligero, fueron a un local cercano, "la empresa paga" le informó Javiera, pollo ensaladas y algo fresco de beber.
De regreso al trabajo Angélica se sentó en su escritorio, Javiera se acercó a ella, se sentó en la mesa y comenzó a explicarle.
- En general nuestras tardes son relajadas, la mayor parte de los correos llegan solo hasta las 14 horas, después de eso mantenemos el orden y llenamos fichas.Tus deberes no se limitarán a eso, no se cuando o como te tomará, solo me dijo que al comienzo serás mi suplente para cuando Él me necesite.
- ¿Con eso te refieres a...?
- A que me use para su placer, como su puta.
Cuando Javiera dijo esas palabras, miraba directamente a Angélica, ella notó que la mirada de su interlocutora se puso especialmente intensa y brillante, no supo que sentir sobre esa mirada, pero si sabía una cosa, a ella le importaba mucho su estatus respecto al jefe. Con todo se atrevió a preguntar:
- ¿Él es muy rudo?
- No, si te refieres a físicamente, no, no mas de lo que ya has enfrentado con otros amos, tampoco lo es en relación a mi experiencia, pero sí pide obediencia, real obediencia, falla en eso y estás fuera.
No era una vil amenaza, lo notó de inmediato, era una declaración, una advertencia, si quería quedarse, debía obedecer.
- Lo entiendo.
- Eso espero de verdad, Él quiere que esto funcione para todos y yo me esforzaré para que asi sea.
Otra vez la mirada, esa intensidad era curiosamente atractiva para Angélica.
Y asi transcurrió la tarde, hasta la hora de salida 17:30, curiosamente temprano. Para la novata este cambio era significativo, se dispuso a partir igual que su compañera y entonces ocurrió algo que la sorprendió de mil formas diferentes, Javiera tomó su cartera, sacó unas lindas zapatillas deportivas celeste, se sacó sus zapatos de taco y los guardó en la cartera. "Sigue siendo mas alta que yo" pensó, y entonces su mirada se topó con la de su compañera. Probablemente tenía una mirada de interrogante y por eso sin mediar pregunta, Javiera le dijo:
- Órdenes de Él, debo "bajarme" de mis tacos y usar estas al salir del trabajo, para cuidar mi espalda y mis piernas.
Lo dijo con un tono que sugería que preferiría seguir en los tacos, antes de ir cómoda, pero curiosamente no se veía mal, se veía muy relajada. Juntas salieron al metro, y cada una tomó trayecto en direcciones opuestas.
Ya dentro de la oficina, le mostraron el lugar, dos escritorios se enfrentaban, uno a cada lado dela puerta de entrada, tras uno de los escritorios un gran ventanal, un sillón y una mesita de living enfrentaba la puerta entre los escritorios, una segunda puerta, que daba al privado, estaba al lado del escritorio del ventanal.
Luego de girar sobre sí, los ojos de Angélica encontraron los de Javiera y se detuvo. Se sentía intimidada y bajó la vista.
- Él no está, tuvo que ir por el día a terreno, pero mañana estará presente. Conforme a mis ordenes, te instruiré de lo que hacemos y como lo hacemos y te explicaré tus obligaciones.
Acto seguido le mostró el escritorio mas alejado de la ventana
-Este es tuyo, el mio es el de enfrente, tu deber principal es cubrirme cuando yo no pueda desempeñar mis labores de secretaria. ¿Él te explicó que es lo que hacemos?
- Mas o menos...
- Ok es simple, él analiza propiedades para varios clientes, emite informes indicando si la propiedad es apta para el negocio que se busca. Nuestro trabajo es simple, debemos revisar el correo de la empresa, separar los documentos adjuntos que nos llegan por propiedad y guardarlos en el directorio correspondiente.
- Entiendo, ¿solo eso?
- No. También debemos pedir por e-mail la documentación específica por propiedad a cada municipalidad, verificar que nos remitan esa información en las fechas y plazos esperados y llenar una ficha con esos antecedentes. Hay momentos en que tenemos mucho trabajo, específicamente esta semana no, pero cuando tenemos semanas intensas, el trabajo es mucho y bastante complejo.
- ¿Y lo otro?
- Se me informó que tienes formación de sumisa
- Sí señora...
- A ver, si de verdad quieres hacerme enojar, vuelve a decirme "señora" y verás. Me llamo Javiera ¿ok?
- Perdoname, no volveré a hacerlo... Javiera.
- Muy bien, ¿has tenido sexo con mujeres?
Angélica se sorprendió de como estas nuevas personas en su vida, hablaban con esa naturalidad del sexo, la descolocaban, pero suponía que era mejor ser clara.
- Solo en la escuela, un par de veces, la curiosidad nos llevó a eso, no queríamos...
- Tranquila, no te juzgo, solo quería saber que esperar y Él me ordeno que te entrevistara en todos los aspectos posibles.
- Entiendo, ¿que mas quieres saber?
- Todo.
Angélica relató todo lo que había dicho en su entrevista, solo que en este caso Javiera le preguntó mas cosas sobre técnicas y preferencias personales, le preguntó muchas cosas al detalle, mientras la miraba intensamente. Estaba mas nerviosa que incómoda, quería ser la adecuada para el trabajo, asi es que trató de ser explicita, clara y directa como eran ellos.
Una vez satisfecho su interés, Javiera le informó:
- Ok eso es todo por ahora, como Él no está, usaremos este día como inducción.
Efectivamente, pasaron el resto de la mañana revisando el procedimiento de trabajo, contestaron llamadas y recibieron correos que usaron para que la novata aprendiera el proceso normal al recibirlos. A eso de las 12 tomaron un receso, Javiera preparó un café a cada una y se sentaron en el sillón. Conversaron un poco, cosas del trabajo, dudas de Agélica etc. En resumen una mañana normal.
El almuerzo fue ligero, fueron a un local cercano, "la empresa paga" le informó Javiera, pollo ensaladas y algo fresco de beber.
De regreso al trabajo Angélica se sentó en su escritorio, Javiera se acercó a ella, se sentó en la mesa y comenzó a explicarle.
- En general nuestras tardes son relajadas, la mayor parte de los correos llegan solo hasta las 14 horas, después de eso mantenemos el orden y llenamos fichas.Tus deberes no se limitarán a eso, no se cuando o como te tomará, solo me dijo que al comienzo serás mi suplente para cuando Él me necesite.
- ¿Con eso te refieres a...?
- A que me use para su placer, como su puta.
Cuando Javiera dijo esas palabras, miraba directamente a Angélica, ella notó que la mirada de su interlocutora se puso especialmente intensa y brillante, no supo que sentir sobre esa mirada, pero si sabía una cosa, a ella le importaba mucho su estatus respecto al jefe. Con todo se atrevió a preguntar:
- ¿Él es muy rudo?
- No, si te refieres a físicamente, no, no mas de lo que ya has enfrentado con otros amos, tampoco lo es en relación a mi experiencia, pero sí pide obediencia, real obediencia, falla en eso y estás fuera.
No era una vil amenaza, lo notó de inmediato, era una declaración, una advertencia, si quería quedarse, debía obedecer.
- Lo entiendo.
- Eso espero de verdad, Él quiere que esto funcione para todos y yo me esforzaré para que asi sea.
Otra vez la mirada, esa intensidad era curiosamente atractiva para Angélica.
Y asi transcurrió la tarde, hasta la hora de salida 17:30, curiosamente temprano. Para la novata este cambio era significativo, se dispuso a partir igual que su compañera y entonces ocurrió algo que la sorprendió de mil formas diferentes, Javiera tomó su cartera, sacó unas lindas zapatillas deportivas celeste, se sacó sus zapatos de taco y los guardó en la cartera. "Sigue siendo mas alta que yo" pensó, y entonces su mirada se topó con la de su compañera. Probablemente tenía una mirada de interrogante y por eso sin mediar pregunta, Javiera le dijo:
- Órdenes de Él, debo "bajarme" de mis tacos y usar estas al salir del trabajo, para cuidar mi espalda y mis piernas.
Lo dijo con un tono que sugería que preferiría seguir en los tacos, antes de ir cómoda, pero curiosamente no se veía mal, se veía muy relajada. Juntas salieron al metro, y cada una tomó trayecto en direcciones opuestas.
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